Para empezar este blog que espero sea de gran ayuda para muchos (me incluyo) pongo un ejemplo.
La cebolla. Presente en casi todos los sofritos de nuestras casas. Dan un gusto a nuestros guisos estupendo. Hay de varios tipos, pero bueno, eso para más adelante. Esta hortaliza tanto se puede comer en crudo, como frito, hervido..., admite todas las variedades posibles. En ensaladas con un chorrito de aceite y vinagre en épocas de verano resulta refrescante.
Bueno, vamos al grano... ¿Qué hacer con la cebollas que se ponen pochas? Como podréis apreciar en esta primera imagen, ya he pelado la cebolla. La tenía un poco estropeada y como no tengo previsto nada de inmediato para cocinar, me he dispuesto a congelarla.
Se puede hacer de diferentes formas. A trocitos pequeños para comerlas crudas, en juliana o triturada como es en este caso. Para los sofritos me gusta hacerla puré.
Troceamos la cebolla para que nos quepa en el vaso especial de la batidora. El que yo tengo, la cebolla entera no me cabe. Ahora, los nuevos modelos (mi suegra lo tiene) el recipiente es mayor. Es un lujo ya que en más de una ocasión lo he necesitado.
Trituramos a máxima potencia hasta que consigamos un puré. Se le puede añadir un diente de ajo pelado. En este caso no lo he puesto, pero en otras ocasiones si.
Lo colocamos dentro del "tupper" apto para congelador hasta el momento que lo vayamos a utilizar. Se puede dejar meses, si se mantiene la temperatura adecuada. Una vez se descongela, no se puede volver a congelar. Por ello, lo hago en porciones minis, para ser utilizado de una vez.
La noche anterior lo saco del congelador y lo coloco en la nevera, en la parte superior donde el frío llega menos, en el caso de los frigoríficos que tengan el congelador abajo. Si tuvieras el congelador arriba, en la parte inferior.
Le dedico esta entrada a Susana..., la persona que me inspiró ... Grácias guapa